Dota 2 y muchos esports tienen un ascenso enorme en todo el mundo, teniendo en cuenta su reciente aparición en comparación con los deportes tradicionales. En muchos países ya se practica de forma profesional con equipos organizados, además de competencias con miles y en algunos casos millones de dólares en premios.

El próximo paso para los deportes electrónicos, sería ser tomado en cuenta en los Juegos Olímpicos, pero esto al parecer está lejos de ocurrir, según las declaraciones de Stanislav Pozdnyakov, jefe del Comité Olímpico Ruso (ROC) en entrevista a la página web de noticias rusa Izvestia.

Stanislav Pozdnyakov dota 2

“En lo que respecta a los deportes electrónicos, este es un tema bastante controvertido. Si hablamos de juegos que imitan, crean simulaciones de ciclismo o carrera, entonces, probablemente, en algún momento, se pueda plantear la cuestión de la conveniencia de incluir tal disciplina en el programa olímpico. Pero esos juegos que involucran asesinatos y violencia son contrarios al espíritu mismo del Olimpismo. Por lo tanto, a pesar de su popularidad entre los jóvenes, difícilmente tienen la oportunidad de formar parte del movimiento olímpico”.

No es la primera vez que se muestra esta postura, ya que en 2018 el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach tuvo una declaración igual: “Los juegos de matar que promueven la crueldad o cualquier tipo de discriminación nunca serán parte del movimiento olímpico".

Contradicciones que dan esperanza

Vasily Utkin, conocido periodista ruso, respondió y dio argumentos señalando hipocresía en las declaraciones de Stanislav Pozdnyakov: “¡Pozdnyakov era un espadachín! Y este es también el razonamiento del ex esgrimista. Y la esgrima es interesante, ¿cómo apareció históricamente? La esgrima es el arte de matar. Hay lagos de sangre detrás de él, así como otros deportes como el tiro”.

Agregó: “En Dota 2, nadie muere, excepto las figuras en el monitor, además que nunca se supone que estuvieran vivos. Stanislav es una persona que ha logrado todo en su vida mediante un deporte que lleva directamente su creación al sofisticado arte de matar. A los representantes les gusta hacer el ridículo”.